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Atlixco. Gaudencia y su hijo ahora son conocidos en todo el Estado tras fallecer la noche de este sábado en una unidad del transporte público, alcanzados por las balas que iban dirigidas al chofer de la combi ruta 9 M unidad 20 de esta ciudad. Lo que pocos saben es que Gaudencia había sido secretaria, después trabajó en Blacheré, la empresa encargada de los adornos de Villa Iluminada y en últimas fechas vendía chicharrines y aguas en la vía pública junto con su esposo y sus dos niños, porque hace medio año había perdido su trabajo en la empresa de luces.

A una horas del lamentable suceso que aconteció en el entronque conocido como el semáforo del Rastro, a escasas cuatro cuadras del corazón de Atlixco, su familia pide apoyo, porque ni la empresa de autotransportes ni las autoridades locales se han acercado a ellos para ayudarlos con los gastos funerarios, al contrario funerarias han querido aprovecharse pidiéndoles sumas de dinero supuestamente para acelerar los trámites de la entrega de los restos.

Gaudencia era madre de dos menores, ambos del sexo masculino, el más pequeño aún no sabe que les sucedió a su madre y a su hermano, quienes viajaban en la combi dando la espalda al asiento del chofer por lo que las balas los alcanzaron. Este es el primer caso en este municipio en que los ajustes de cuentas por narcomenudeo destruyen una familia de inocentes.

Desde hace aproximadamente cuatro años los baleados en la ciudad son una constante sin importar la hora ni el día, siempre los ajustadores habían sido muy certeros, normalmente los agarraban solos, pero las historia cambió desde este sábado 7 de noviembre, hoy los ciudadanos ya en general no se consideran a salvo.

En redes sociales, los atlixquenses están manifestando desde que el acto violento se hizo público que las autoridades garanticen la seguridad en Atlixco, que las dependencias encargadas de vigilar el transporte público sean más estrictas y que los dueños de las combis no pongan al volante a cualquiera.

“Nos hemos acostumbrado a que manejen mal, huelen mal, anden con el celular mensajeando mientras manejan, que nos traten como ganado, pero no, no podemos permitir que se vuelva normal que nos maten dentro de las combis, eso no se puede repetir en Atlixco”, indicó Lucí Pérez en uno de los comentarios de la noticia en redes sociales.

Al momento hay dos versiones extraoficiales, la primera de ella habla de un ajustador solitario, que hizo la parada a la unidad en una esquina de la calle 6 norte en los límites de las colonia Altavista y Benito Juárez; el sujeto de aproximadamente 30 años abrió la puerta del copiloto y descargó su arma, el conductor de la unidad José Luis N. aún con vida manejo el vehículo impactando contra un poste en la esquina de avenida Río Sonora, casi frente al rastro municipal.

Testigos señalaron que estuvo con vida al menos 20 minutos después del choque, pero la ambulancia no llegó a tiempo, algunos de los presentes sin percatarse de las víctimas en el asiento trasero intentaron detener el sangrado del conductor, sin lograrlo. El agresor, aseguraron, huyó corriendo internándose entre las calles de la colonia Benito Juárez. Los elementos de la fiscalía encontraron casquillos sobre la 6 norte desde la esquina con la 16 oriente es decir dos cuadras antes de donde se supone se dio el ataque. Dicen que los venían cazando.

La otra versión señala ajustadores en moto, dos motos, cada uno con dos individuos que le dieron alcance en la esquina de la 6 norte y 14 oriente; les dispararon desde afuera y huyeron las motocicletas. El resto es la misma historia, el conductor manejó hasta impactarse, los pasajeros bajaron en crisis y se alejaron del lugar, los únicos que ya no pudieron descender fue Gaudencia y su hijo de 10 años.