Por. ReporterAtlixco

 

Un porcentaje considerable de bares locales muraron para poder seguir dando servicio en medio de  la crisis económica generada por covid19. Convertirse en restaurante fue la opción. 

 

Durante los primeros seis meses del primer confinamiento, de abril a septiembre del año pasado, el 90 por ciento de los bares quedaron sujetos a todos y cada uno de los lineamientos y decretos lanzados por el gobierno estatal. Muy pocos mantuvieron las ganas de retar a las autoridades el año pasado.

 

 

Ya para fin de año, y antes de la segunda oleada de enfermos, hospitalizados y fallecidos de principios del 2021, el 80 por ciento, sobre todo los medianos y chicos en Atlixco, trabajamos medio crudos, literalmente hablando, tras la borrachera del Covid con los pocos clientes deseosos de un rato de diversión. “Y entonces volvimos un poquito a más cerveza y menos comida casera”, subrayó.

 

El último decreto estatal de apertura y nueva normalidad aunque no contempla abiertamente al sector de los bares y botaneros, describió López, “es una chance para mantenernos vivos. Aunque, y no es un secreto para muchos, en la práctica el 50 por ciento de clientes no es respetado en muchas ocasiones. El ansia de recuperación económica, por tratarse del patrimonio de muchos de los dueños, es más grande comparada con el deseo de respetar las reglas”.

 

En la mancha urbana de Atlixco existen, según cifras oficiales, un censo de aproximadamente 150 bares y centros botaneros considerados pequeños y medianos en cuanto al tamaño del establecimiento y potencial económico. Y un 70 por ciento de éstos son de atlixquenes emprendedores cuyo único ingreso de dinero es la venta de alcohol y botanas.