Por. Angelina Bueno

“Atlixco de los bares” es como se le conoce también a esta ciudad debido a la gran cantidad de negocios con este giro comercial. Actualmente son al menos 35 establecimientos de este tipo tan solo en el centro y en el último mes se abrieron dos más.

La mayoría de ellos migraron durante el último año a la modalidad de restaurantes, pizzerías o cafeterías con el objetivo de poder seguir abiertos, otros más cerraron; de estos últimos ya algunos reabrieron cuando el semáforo epidemiológico en Puebla regresó a naranja, para ello introdujeron en su carta alimentos de diversos tipos.  

Pero en el caso de los dos últimos uno ubicado sobre la carretera federal a Puebla denominado “Delirio” y otro sobre el bulevar Niños Héroes, no han cuidado las formas y se anuncian como tal, como bares. En redes sociales donde se mueven los atlixquenses se han colgado fotos y hasta videos de las inauguraciones de ambos lugares, donde se puede apreciar que es inexistente la sana distancia y que el uso de cubrebocas no lo llevan a cabo.

Todo esto pese al decreto vigente en la entidad Poblana donde está prohibido el funcionamiento de este tipo de negocios, pero para esta ciudad y el municipio, la venta de alcohol es una de las actividades económicas que más genera que el dinero fluya. 

Además de centro histórico la zona de Cabrera, del corredor gastronómico y de la Alfonsina son los puntos en donde existe un elevado número de bares, tal es el caso de la plaza comercial que se ubica sobre el bulevar Niños Héroes, donde existen al menos seis de estos negocios, por cierto, tres recientemente incendiados, por la falta del pago el supuesto cobro de derecho de piso por parte de la delincuencia organizada.

En el caso de la reciente apertura de uno de los bares en el bulevar Niños Héroes, el fin de semana pasado, los vecinos de la zona se quejaron debido a que la gente no portaba cubrebocas, había sobre cupo en el lugar y además la música estaba extremadamente alta de volumen, todo esto pese a que los rondines de policia municipal y de inspectoría fueron constantes.

“Ayer, apagaron la música a las 11 y media de la noche y es que fue lunes, el día de la inauguración medí los decibeles y marcaban entre 80 y 82; estoy a unas cuadra del lugar, imagínese a que volumen están adentro, al parecer al presidente municipal estas cosas ya no le importan él ya se va y todo mundo está haciendo lo que quiere” comentó José N. vecino de la zona.