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Siete altares visitaron los atlixquenses
Angelina B. Gradas
Atlixco. Este jueves santo, los atlixquenses visitaron los siete altares como lo acostumbraban hasta antes de la contingencia sanitaria. En este 2022 con cubrebocas y sanitizante en mano, caminaron por las calles del centro de la ciudad de templo en templo.
Todas las iglesias del centro histórico participaron en esta actividad religiosa, hasta las que permanecen cerradas desde el 2017 tras el sismo, tales como: La tercera orden y la Soledad. La novedad fue San Juan de Dios porque abrió sus puertas de par en par y se volvió iluminar, a diferencia de las antes mencionadas que colocaron los pasajes de la vida, pasión y muerte de Jesucristo en el atrio de los templos.
Sin duda alguna las de mayor demanda fueron como siempre la parroquia de Santa María de la Natividad y San Agustín en donde la fila para entrar abarcaba más allá de sus bardas perimetrales, por el contrario, San Juan de Dios y San Félix Papa lucieron con una asistencia a cuenta gotas.
Quienes también recibieron a muchos feligreses fueron las madres Clarisas, quienes además ofrecieron, como siempre, vasos con agua para los peregrinos que llegaban a su santuario tras recorrer diversos templos.
Algunos sí llegaron hasta la parroquia de Santa María de la Asunción en el complejo religioso dedicado a San Francisco. En tanto que la Soledad abrió el portón y justo en la entrada colocó el altar del jueves santo. El templo dedicado a Nuestra Señora de la Merced se encontraba lleno de fe y cánticos y fue el único que realizaba transmisión en vivo a través de su cuenta oficial por Facebook.
“El cuidado para no contagiarse ya es personal, cada quien sabe si baja la guardia o no, esta actividad religiosa es buena para la economía pues en todos los templos hemos visto venta de algo, antojitos, relicarios, obleas, palmas, cirios pascuales, todo mueve la economía hasta las combis están trabajando hasta tarde, porque hay gente en las calles, eso es bueno para Atlixco”, comentó Luisa López quien llegaba calurosa al convento de Santa Clara después de pasar por otras iglesias.
Aseguró, que casi, se siente que se volvió a la normalidad, que el zócalo de la ciudad estaba lleno como en los domingos tradicionales.