Angelina B. Gradas

Atlixco. La muerte de un presunto ladrón de aguacates, la golpiza que recibió su acompañante y la detención de un tercero a manos de pobladores de las comunidades de la Trinidad Tepango, en el primer caso y en el último de San Pedro Benito Juárez, ambos con escasos días de diferencia vuelven a poner sobre la mesa que el robo hormiga es uno de los problemas que mayor afectan a los productores de este fruto en el municipio y la región.

Por la defensa de sus hueras los aguacateros desde el 2015 que empezaron los robos se dijeron dispuestos a linchar a quien osara robar el llamado oro verde, desde ese año hasta el 4 de abril de este año, la palabra no se había hecho una realidad.

Hoy dos hombres están vinculados a proceso por detener y golpear a dos presuntos ladrones, que oficialmente robaban los aguacates por hambre, pero la golpiza fue tal que dejó sin vida a uno de ellos, llevando a padre e hijo a enfrentar un proceso legal por homicidio y lesiones calificadas.

Hace dos años, en el 2019, en una reunión sostenida entre 400 productores de la región, manifestaron que además del alza del costo del producto y el cambio climático, el robo hormiga era uno de los problemas que mermaban sus ganancias,

 “El robo hormiga de aguacate es una realidad en Atlixco. Las pandillas de chavos vigilan a los dueños de las hectáreas y en cualquier descuido entran y salen con costales de 10, 20 o 30 kilos”, señaló Daniel Gonzalo Lino Martínez, presidente del sistema Producto Aguacate de Puebla, en aquel encuentro.

En una ocasión a un aguacatero del municipio de San Juan Tianguismanalco de a poquito en poquito le robaron una tonelada de aguacate, lo mismo han pasado en San Pedro Benito Juárez, Huexocuapan, La Agrícola Ocotepec, La Sabana, La Trinidad Tepango y la Magdalena Axocopan.

En esa reunión sostenida en julio del 2019 en la casa de cultura Acapetlahuacan reconocieron: “De verdad a veces no faltan ganas de lincharlos para darles el mensaje de no volverlo a hacer. Pero también es necesario cambiar las leyes, pero podemos permitir más se lleven nuestro trabajo de 9 o 11 meses tiempo de duración de todo el proceso”.

Tras la pandemia la protección de la huerta se volvió algo indispensable, sobre todo por el aumento del costo del kilo de este fruto en el mercado y fue cuando la advertencia se cumplió, dos hombres fueron linchados; uno hondureño que sobrevivió y uno poblano que falleció en la colonia Veracruz de la junta auxiliar de la Trinidad Tepango. Días después en el camino hacia San Pedro Benito Juárez, los pobladores detuvieron a otro hombre, lo golpearon y entregaron a la policía municipal.

Lorenzo Díaz Ortega, quien fuera director de Desarrollo Económico y excoordinador de la plazuela Santa Rita, señaló que el robo hormiga aumenta cuando hay escasez del producto que se genera en Michoacán, eso provoca la elevación del costo del kilo en los mercados y es cuando los delincuentes ven la oportunidad de robar en las huertas para irlo a vender al tianguis regional.

“Lo venden en el tianguis a lo revendedores porque ellos no se fijan de donde proviene y como lo dan barato se los agarran, se llevan costales de aguacates. Pero solo halla pueden hacerlo, porque en Santa Rita ya se conocen todos y si ven a alguien extraño vendiendo aguacate lo empiezan a investigar para saber de dónde los saco”, comentó Díaz Ortega.

No hay a la fecha una contabilización real de los kilos que se llevan en este tipo de robo de las huertas, ni las pérdidas económicas, pero ya desde el 2012 afectaba al 40 por ciento de los productores de la región.

Cuestionada respecto a que, si los aguacateros de Atlixco ya le solicitaron apoyo para reforzar la seguridad y evitar casos como el de la Trinidad Tepango, la presidenta municipal Ariadna Ayala Camarillo, comentó que no la han buscado ni ha tenido acercamiento con ese sector.

Solicitó que exista comunicación constante por parte de los ciudadanos, “la gente que me marca a media noche o manda mensajes, sabe que los respondo, al pendiente de la seguridad, pueden llamarme o llamar al 911 o a barandilla al 244 44 5 00 71.

Pero reitero que el gobierno que conduce es de puertas abiertas y está disponible las 24 horas para atender cualquier reporte de este tipo y evitar otra desgracia, además de que siempre se tiene activado el protocolo para evitar linchamientos en el municipio por este o cualquier otro motivo.

Cabe recordar que la cosecha de aguacates es una industria en la que apostaron desde el 2008 durante el gobierno del entonces priísta Eleazar Pérez Sánchez. En aquel año fueron productores del estado de Michoacán los que trajeron las primeras plantas y capacitaciones para los trabajadores del campo que decidieron arriesgarse a que sus parcelas se convirtieran en huertas de oro verde.

De acuerdo con datos oficiales, se cuenta en esta región con más de mil 200 hectáreas sembradas, es decir, más del 50 por ciento de las que se tienen en la entidad poblana. La superficie de aguacate con las que cuentan llega a producir hasta 30 toneladas por hectárea.