Angelina B. Gradas

Atlixco. Comerciantes de la zona de novedades también conocidos como “fayuqueros” se mostraron inconformes con el reacomodo que se genero tras la rehabilitación de au zona de venta en el mercado Benito Juárez, aseguran que se les quito espacio para beneficiar a vendedores externos .

Otros más señalaron que ellos accedieron a ceder unos centímetros de su lugar para que entraran los vendedores ambulantes que se encontraban sobre la banqueta, pero que a estos no es gusto el espacio y quieren regresar a donde siempre vendieron.

“Nosotros pedimos que ya acepten, ya cedimos nuestro espacio, hubo pláticas, estuvieron de acuerdo, El gobierno repartió y ahora  o les gusta, son aproximadamente 8 los que se insertan, pero no quieren, quiere  tener todo el espacio que antes y ocupar la banqueta”, relató Ulises.

Los vendedores que han estado e  estos espacios por décadas se encontraron con esta problemática al regresar para instalar sus estructuras y aunque ya tuvieron  el acercamiento con el administrador de mercados, la inconformidad continúa. Además crece porque en el caso de algunos, sus antiguas estructuras ya no caben en las nuevas medidas y tienen que pagar herrero para reportar.

Al lugar llegó gente de la CROM, sindicato que representa a 45 de los vendedores del lugar y al respecto José Alberto Jiménez Huerta señaló: “es parte del mismo comercio ese jale, estire y afloje, pero esperamos que haya esa voluntad de trabajar en conjunto y hoy lo tenemos que resolver si es necesario puesto por puesto”

En tanto un grupo de vendedores busco a la presidenta municipal, Ariadna Ayala  Camarillo, quien se encontraba haciendo guardia de honor al lábaro patrio en el patio de palacio municipal.

La esperaron para manifestarse su inconformidad a lo que ella les solicito un acto de auto evaluación  y aseguro que no se trataba de favorecer a nadie: “todos parecidos, todos trabajando bien y en orden”, apuntó. La platica con los inconformes duró aproximadamente 15 minutos, en una de las oficinas gubernamentales.

La otra cara de la moneda son los cecineros quienes ya están vendiendo en sus locales como de costumbre y esperando a los comensales.