Noticias de Atlixco
Luz y sombra en la Cabalgata 2022 en Atlixco
Angelina B. Gradas
Atlixco. El regreso de la Cabalgata a las calles de la ciudad de Atlixco tuvo luz y sombra, pues mientras el ánimo de las familias alcanzó para que, pese al mal clima que se vivió durante la tarde, los atlixquenses abarrotaban la ruta que recorrió el contingente.
Con los ánimos contenidos durante y tres años de suspensión por la contingencia sanitaria tanto espectadores como participantes no cesaron de gritar vivas a México y a Atlixco acompañados durante todo el recorrido de música de banda y banderas siendo agitados con fervor.
Hubo espectadores que llegaron desde las 4 de la tarde, como es costumbre a apartar su lugar en las gradas que colocaron en torno al zócalo de la ciudad y ante la lluvia no cedieron un centímetro del lugar apartado, solo sacaron su paraguas o el impermeable y permanecieron en el lugar.
Pese a que se vaticinó que podrían llegar 800 jinetes, se desconoce si se logró dicho número porque lo cierto es que esta cabalgata fue motorizada, pues abundan las plataformas, los tractores, las camionetas decoradas, motocicletas y hasta un tráiler.
Y como se anunció la variedad con un grupo local comenzó tras finalizar el evento cívico-militar esto dio paso a que la audiencia se dividiera por un lado un buen número de personas se congregó en la plaza de armas para presenciar la presentación de la Carcaña, un grupo local.
Pero otro tanto, encabezado por los conocidos como “barbacoyeros”, familias dedicadas a la venta de barbacoa hicieron su fiesta en la contra esquina del corazón de Atlixco con la música de la Banda el Refugio atrajeron, como cada Cabalgata a gente conocida de la ciudad quienes bailaron por largo rato al son de la música de banda, volviendo esa esquina del entorno al zócalo, como en los años 90, la zona VIP del centro.
Cabe mencionar que, pese a que la presidenta municipal declaró en entrevista con medios de comunicación que Atlixco no sería una gran cantina, la circulación del alcohol en diversas modalidades y altas cantidades fue la constante.
Para las 11 de la noche ya había hombres perdidos de borrachos tirados en el suelo mojado del parque Colón a la vista de menores de edad. De igual forma no faltaba el que armaba su bolita en torno a una banca del zócalo y a toda vista teniendo uno, dos o más cartones de cervezas. En todos los bloques del contingente también fue notable el consumo de bebidas embriagantes.