Angelina B. Gradas

Atlixco. A los atlixquenses les hace falta más empatía y ser más incluyentes con las personas con discapacidad visual, empezando por las autoridades locales, quienes no contemplan poner un letrero en braille para los invidentes en cada catrina monumental ni en ningún atractivo turístico de la ciudad.

Así lo hizo saber en entrevista con este medio de comunicación Mireya Gloria, quien enseña este sistema de lecto-escritura a 10 niños y jóvenes con discapacidad visual y que están tomando estas clases como una forma de integrarse a la sociedad.

“La gente en Atlixco se arrima cuando nos ve transitar por las calles, y no, no deben replegarse a la pared para dejarnos pasar, si no decirnos, guiarnos con su voz por dónde ir, esa es la mejor ayuda”, señaló Mireya.

Pero mencionó que eso no es todo, que desde las autoridades no existe esta inclusión, pues ciertamente ella estuvo dando un curso de enseñanza de braile en el DIF el cual estaba programado para seis meses que al final se convirtieron en cuatro, por razones ajenas a su persona, pero eso no es suficiente aseguró.

“El braille no es un sistema que aprendes en cuatro meses y después, es una nueva forma de aprender a ver el mundo, es como aprender a escribir y leer para los que ven, y eso no lo aprende en cuatro meses, si no durante el pre escolar y los primeros años de primaria”, indicó.

Por ello ante la necesidad de dar continuidad a lo que se inició como un curso de inclusión en el DIF municipal, ella se ofreció gratuitamente a seguir dando las clases, a la fecha tiene 10 alumnos y da las asesorías en un local prestado por mezcalería el Amate en el centro de la ciudad.

“Nos prestan el espacio miércoles y viernes, yo no les cobro nada, si los padres desean hacer una cooperación la recibo con agradecimiento”, garantizó.

 Para conseguir esa sensibilidad y empatía que tanta falta hace entre los atlixquenses este viernes realizarán una actividad denominada “bastón blanco”, la cual consistirá en que la gente que tiene la posibilidad de ver se permita la experiencia de andar con ojo vendados, guiándose por un bastón blanco que es el instrumento básico para los invidentes.

“Tal vez de esta forma, sencilla, podrán vivir en carne propia lo que nosotros vivimos día a día y se den cuenta que ni la infraestructura urbana ni el transporte ni el resto de los habitantes de este municipio están adecuados para nosotros y para gente con otro tipo de discapacidades”, finalizó.

La cita para este ejercicio es el viernes 14 de octubre a las 18 horas en Plaza de Armas, frente a la parroquia de Santa María de la Natividad, además tendrán maquetas con texturas para que los videntes aprendan a ver el mundo con los ojos cerrados a través del tacto.