Angelina B. Gradas

Atlixco. Tras los tiempos de contingencia, en este 2022, padres, niños, jóvenes y hasta adultos de la tercera edad se volcaron al centro de la ciudad para revivir la tradicional pedida de calaverita, con disfraces de Halloween y de Día de Muertos inundaron el primer cuatro de la ciudad.

La afluencia fluctuó entre  5 y 10 mil personas moviéndose de negocio en negocio, para que los niños se fueran a casa con las calabazas, bolsas de plástico, cajas de cartón o cualquier tipo de contenedor lleno de dulces.

Ángel que trabaja en una papelería del centro señaló que repartió al menos 800 dulces en tan solo tres horas; “mi jefa me encargo la tarea de dar la calaverita y no tenían para cuando parar, 800 dulces fueron insuficientes porque seguían pidiendo”, relató.

En tanto Miguel, con su disfraz de espectro preparó junto con sus padres cerca de cinco kilos de dulces diversos, los pusieron en una bolsa en punto de las 8 de la noche se plantaron frente a palacio municipal, bastó con que un solo niño los detectara para que en cascada unos 50 llegaran y hasta se pelean por hacer llegar su calabaza frente a la bolsa de dulces.

“En un parpadeo se terminaron, algunos hacen trampa y se forman varias veces, pero pues de eso se trata, ahora a mí me toca compartir, por muchos años yo fui uno de ellos pidiendo dulces, mis padres me dijeron que después de los 12 años me tocaba repartir en lugar de pedir y desde entonces lo hacemos, me gusta saber que los hace felices ver sus calabazas repletas de dulces”, compartió.  

Es preciso señalar que el corazón de Atlixco se llenó de brujas, catrinas, demonio, diablitos y hasta de dinosaurios que corrían para alcanzar dulces, devolviéndole la vida que le quitó la contingencia por Covid19 al zócalo que permaneció por meses acordonado.