Ángel Gradas

Atlixco. El caso del menor que falleció en el municipio de Atzitzihuacan  no es el primer caso en la Coordinación Regional para el Desarrollo Educativo número 16 (Corde 16) donde los docentes se ven involucrados en la omisión,  interferencia o negligencia sobre el manejo del cómo sucedieron los hechos en accidentes como este, Héctor es el segundo menor edad que muere de esta manera en lo que van de los últimos dos años.

El caso más conocido fue el de la pequeña Viviana de la escuela primaria vespertina Adolfo López Mateos de esta ciudad, quien de igual manera sufrió traumatismo craneoencefálico tras caer, ella desde unas escaleras metálicas al interior del plantel.

En un primer momento a la madre de Viviana los maestros le hablaron de un accidente, pero de igual manera que Héctor, Vivi le conto a su madre que unas compañeras la habían empujado durante el recreo.

Viviana falleció meses después, tras varias operaciones quirúrgicas, quedando en el limbo la investigación y el castigo para los responsables del acto accidental y sin sanciones administrativas para los docentes por la omisión de datos que impidieron darle una atención inmediata a la menor, de la misma manera que sucedió con el pequeño Héctor.

Otro caso sucedió en la escuela primaria Felipe Carrillo Puerto, en donde una menor sufrió una caída también durante el recreo escolar, en este caso ella aún se encuentra con vida, debido a que como recientemente había sucedido el caso de Viviana, los padres de esta menor actuaron con mayor rapidez y después de ser intervenida quirúrgicamente salvo la vida.