Angelina B. Gradas

Atlixco. Aunque aún no se tiene fecha para la conclusión de los trabajos de remodelación al 100 por ciento en la plazuela de la danza en el cerro de San Miguel en Atlixco, específicamente en la parte que fue el templo dedicado posiblemente a Tláloc, el arqueólogo Miguel Medina Jaen, informó en entrevista con este medio de comunicación que se la ventana arqueológica no contempla ya un cristal y solo se abrirá al público en fechas específicas.

El especialista enviado por Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que desde hace casi tres años se hace cargo de las investigaciones en esta ciudad, señaló que ya no se contempla la instalación de un cristal como tal debido a la necesidad de preservar lo mejor posible los vestigios; “Poner un cristal implica crear una cápsula que con las temperaturas que se generan en esta región ocasionaría humedad y el crecimiento de vegetación que podría afectar las piezas encontradas y que se piensan exhibir en dicho lugar”, apuntó.

Por lo anterior será un espacio cubierto con una especie de techo plegable para permitir la ventilación del mismo. Además, señaló que no estará abierto los 365 días del año, por la misma razón, evitar que el medio ambiente dañe los vestigios que se preservaron en buenas condiciones gracias a que estuvieron cubiertos por más de mil 500 años bajo tierra.

“Sería abierto al público en fechas específicas, posiblemente en la fecha o previo a la fecha de realización del Huey Atlixcáyotl por ejemplo”, confió el antropólogo.

De igual manera señaló la necesidad de que los atlixquenses sientan arraigo por esta parte de su historia para que cuiden de ella pues se cree que todo el territorio que contempla la mancha urbana de Atlixco estuvo lleno de figurillas, vasijas y más objetos que daban cuenta de la historia ancestral de este pueblo originario de México.

Lamentablemente, indicó, muchos de los que encontraron estas piezas al construir sus casas o al caminar por la zona de los solares se los llevaron y los mal vendieron o los tienen en algún lugar sin saber que realmente tiene un valor invaluable.

Es preciso recordar que el conocimiento y las investigaciones sobre la parte prehispánica de Atlixco repunta gracias a la decisión del gobierno del estado de Puebla en remodelar la plazuela de la danza, fue durante estos trabajos que se encontraron vestigios como los restos de tres menores de edad enterrados como ofrenda al pie del templo, el primer piso que tuvo este centro ceremonial, una vasija completa y casi perfectamente conservada.

Estos descubrimientos se sumaron a los que se realizaron dos años antes en la zona de los Solares al pie del cerro del San Miguel del lado poniente, en donde durante la construcción de una casa habitación se encontró un osario con más de 80 cápsulas con esqueletos humanos.

Todo ello fue recuperado, clasificado, etiquetado y resguardado por el INAH para que en el momento en que Atlixco cuente con un lugar adecuado para su exhibición les sean entregados para formar parte de un museo de sitio.