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Una conversión de espíritu la razón tras los Engrillados de San Francisco en Atlixco
Angelina B. Gradas
Atlixco. Víctor y Jovani son dos de los hombres que en este 2023 decidieron participar un año más en la tradicional procesión de los engrillados de San Francisco en Atlixco, se están preparando desde hace unos días tanto espiritual como físicamente para poder completar el recorrido de casi cinco kilómetros cargando cadenas de al menos 50 kilogramos de peso y las espinas lacerando sus extremidades.
Ambos agradecen desde hace al menos cuatro años favores y beneficios que han recibido en su vida, consideran importante el pasar por un proceso de preparación espiritual y físico para poder realizar su ‘manda’. Salen a caminar y reciben pláticas para ello. Sus familiares están conscientes de esta ofrenda y los apoyan y acompañan.
Este año el sacrificio será mayor, se ha indicado que la hora de la procesión será a las 12 del día justo bajo el rayo del sol, por lo que la fortaleza que necesitan aseguró en entrevista con e-consulta solo la pueden obtener con la bendición de Dios.
En este 2023 esta actividad icónica en Atlixco y que atrae a muchas personas cumplirá 105 años de efectuarse, son más de cuatro mil los que se calcula han participado a lo largo de esto más de 100 años, esto con base en que entre 40 a 45 personas cada año se han engrillado, es preciso señalar que al inicio no eran tantos, hubo una época en que llegaron a 100 por pandemia se suspendió y ahora solo participan los que están dispuestos a hacer una conversión de espíritu y corazón.
Surgimiento de los engrillados
Contrario a lo que muchos han pensado sobre la procesión de engrillados del ex convento de San Francisco en Atlixco, esta no nació en el templo de Santa María de la Asunción, nació en la calle 16 de septiembre esquina con 7 sur frente a la conocida alcantarilla hoy la fuente Macuilxochil, a unos pasos de la hoy llamada avenida Hidalgo en el centro de Atlixco.
El creador de esta muestra de fe y conversión José Muñoz Ariza, apodado “La becerra”, buscaba el perdón a través de esta penitencia. Las voces que se pasan de generación en generación indican que este hombre de tez blanca, ojos claros, rubio producto de la violación de un francés a una mujer de Huaquechula en la época de la conquista realizó un hechizo para conseguir el amor de una mujer, algunos dicen que lo consiguió otros que no.
El arrepentimiento por esta acción, que implicó robar el dedo de un muerto y hacerlo un escapulario mediante un ritual realizado en el panteón municipal de Atlixco, esto le ocasionó que constantemente fuera atacado por el muerto. Vecinos del hombre lo escuchaban gritar y golpear en las noches contra nada visible para los demás, pero él aseguraba que se trataba del muerto que no lo dejaba en paz.
De tantas luchas nocturnas con el demonio, José decidió ofrecerle un sacrificio a Dios para obtener el perdón del espíritu que lo acosaba desde los 19 años con la promesa de engrillarse por 50 años, por ello se encadenó y espinó para caminar primero dentro del templo de Santa María de la Asunción, con los años se sumaron más hombres a esta acción y se convirtió en una procesión que caminaba en círculos en el atrio del lugar.
De esta historia dan cuenta tanto Alicia Garcés Guzmán, coordinadora actual de los engrillados como German Huelitl Flores, cronista de la ciudad, ambos coinciden en que “La Becerra” ideó esta forma de penitencia para obtener perdón y paz.
“Es una historia que a través de doña Rita González Martínez, quien es originaria de Atlixco y que nació en el año de 1939 y vive todavía, me comenta de viva voz que ella conoció a don José Muñoz, quien vivió precisamente en esta casa de la esquina de la 16 de septiembre y 7 sur. Él era panadero, una persona con tez güera, robusto de mediana estatura y que comenta, por una situación que realiza, decide la penitencia de engrillárse y se va al templo de San Francisco, donde empieza en el interior de la iglesia este recorrido”, relató en entrevista Germán Huelitl.
Es con el párroco Salvador Uribe que salen a las calles con las imágenes, las tres caídas y las alfombras de aserrín.
En tanto Alicia Garcés Guzmán, relató: “En alguna ocasión mi padre nos dio a conocer que en realidad el engrillado quien lo fundó en Atlixco fue José Muñoz, antes había apodos en Atlixco era un lugar pequeño y así se le conocía a la gente. Mi papá, Jaime Garcés Quitl, nos relató que don José era azotado por el demonio y en busca un cambio usó este sacrificio, a la mejor equivocado, pero él lo quiso hacer así. En ese entonces se ataba por completo sus dos pies y era muy lento el andar”.
Alicia Garcés, aseguró que después de esto “la becerra”, ya no fue azotado; “cuando ya estaba cansado le delega a mi padre, que también fue engrillado, le pidió que continuara para que no desapareciera esta tradición. Recuerdo que cuando nos trasladamos al templo de la Tercer Orden, ahí llegaban sus hijos, pero nunca participaron, ojalá supieran que fue su padre quien inició este acto de fe, que es conocido mundialmente”, señaló.
La única suspensión que ha vivido este evento ha sido por la contingencia sanitaria a causa de covid19, fueron dos años en los que se puso en pausa y un más, el anterior se hizo dentro del atrio.
Engrillados 2023
Para este año el número de hombres que participarán el próximo 7 de abril se ha reducido notablemente, pese a que las puertas de San Francisco se volverán a abrir para realizar el recorrido que se acostumbraba hasta antes de la contingencia sanitaria.
Son solo 35 quienes ya están preparándose para poder acompañar en el viacrucis a las imágenes santas de Jesús y la virgen María. La razón de esto se debe, considero Alicia Garcés a que muchos no quieren hacer el trabajo espiritual, solo quieren engrillarse y salir sin realizar la conversión de corazón que pide Dios.
Señaló que antes de la pandemia fueron 60, pero hubo años en que llegaron hasta 120. “Son pocos, no les gusta realizar el proceso de comprometerse a una conversión real de lo espiritual, a la mejor con mi papá era diferente, él aceptaba a todos. Dice el párroco de San Francisco que entiende porque lo hacen, pero lo más importante es el cambio de vida”.
“El párroco siente estar cayendo en una contrariedad porque acepta que salgan engrillado, pero no quiere terminar con las tradiciones entonces se propuso que como requisito deben asistir a pláticas y es cuando se les plantea esto que muchos deciden ya no participar, habían llegado 70 personas, sólo 35 fueron los que en verdad estuvieron convencidos. Yo se los dije no me importa si son 10 pero que de verdad vivan el cambio”, compartió Garcés Guzmán.
Además, junto con ellos regresan las alfombras de aserrín que colocan los vecinos del barrio de San Juan de Dios, las cuales creadas por las manos de los atlixquenses que colorean el aserrín para darle diversas formas como flores, aves, cruces todo lo relacionado con la Semana Santa.
En este año la procesión del viacrucis y de los engrillados saldrá a las 12 del día en punto del atrio de San Francisco, bajará por la 16 de septiembre, dando vuelta hacia la avenida hidalgo en la fuente Macuilxochil, una cuadra después gira a la izquierda para tomar en sentido contrario la 9 sur pasando frente al templo de San Juan de Dios, llegando a la cinco poniente giran a la derecha, después vuelven a girar hacia la 11 sur, toman la 3 poniente llegan a la 13 sur y suben hasta el templo de la Soledad, caminan una cuadra sobre la avenida Hidalgo nuevamente para retomar la 16 de septiembre en sentido contrario y regresar a San Francisco.
Las recomendaciones tanto para los participantes como para sus acompañantes y observadores es hidratación, sombreros o sombrillas, uso de ropa en colores claros, fe y mucha devoción.
Engrilladas.
En San Francisco no hay engrilladas como en otras que se realizan en la ciudad, esto debido a que se considera que esta actividad no debe generar más morbo, aunque Alicia admitió que ha habido solicitudes, pero no se han aceptado.
“La participación de las mujeres, no existe como en otras procesiones, el hombre crea morbo, imagínate una mujer, en el sentido de un escote que llame la atención, se vería así mucho más el morbo ahora por las mujeres”, explicó la coordinadora y responsable del grupo.
Reconoció en esta plática con e-consulta que ella en algún momento quiso engrillarse pues siempre vio a su padre y hermanos hacerlo, pero fue precisamente su papá, don Jaime, quien le habló y le recordó que de hacerlo; “estaría cayendo en lo que no es, como un cambio de mentalidad, no estaría siendo congruente, en lo que haces, dices y prédicas. A lo mejor mi participación es de otra forma, hay que cuidar esa parte”.
Morbo, fe o producto turístico
A 105 años del inicio de esta actividad por parte de hombres no solo de Atlixco, porque hubo años que procedían de otros países y entidades nacionales, esta procesión se debate entre la fe, el morbo y el ser tratado como un producto turístico por las autoridades locales en cada administración municipal.
Al respecto Alicia comentó: “Mira, no todos lo ven con buenos ojos, porque siempre han sido muy criticados, en este sentido te puedo decir que somos todos ante los ojos de Dios, somos pecadores. Ellos en ese momento se apegan dentro de lo que es la evangelización por ello tenemos que ser cuidadosos en este sentido de que no podemos lastimar o lacerar nuestro cuerpo, puesto que Cristo fue el único que lo hizo para el perdón de todos nosotros”.
Y aclaró: “Lo único que ofrendan ese día, es un poquito comparado con lo que Jesús hizo por todos nosotros, pero él ya no nos pide eso, nos pide una conversión, acompañando a estos chicos haciéndoles ver esta situación. Ellos ofrendan primero que nada por dar gracias en el sentido de la vida, dar gracias porque salieron de la pandemia, no solo vuelven a abrirse las puertas, ellos en ese caminar pues van meditando agradeciendo algunos favores por sanación por lo que sea, pero verlo de diferente manera, por eso el acompañamiento, tanto de su servidora como de familiares”.
En cuanto a ser un producto turístico más en Atlixco, Garcés Guzmán pide que no sean los engrillado el sentido del viacrucis, que sea Cristo. Reconoció que muchos vienen por morbo a ver a los engrillados o por diversión. “Y no es así, nosotros lo manejamos de una forma religiosa, vienen personas que vienen de fuera, a vivir este cambio, no es la diversión, no es salir a pasear a ver qué encuentro. Es que desde donde tu estés y te encuentres vivir esa Semana Santa, hay muchos que vienen por morbo, pero que los engrillados que no sean el sentido del viacrucis, que sea Cristo. Ver el acompañamiento de ir, nos genera un cambio, cada caída de Jesús, donde él entregó su vida y donde verdaderamente tengamos la oportunidad de vivir este encuentro, esa es la parte donde yo quisiera que la gente lo entendiera”.
Finalmente, ambos, Huelitl Flores y ella, indicaron que las nuevas generaciones deben ver esta procesión como una manifestación de la creencia religiosa, de la fe: “donde las personas deciden voluntariamente, porque nadie los obliga a participar, manifestar su fe de diferentes manera y es una de las forma en que en Atlixco se vive la Semana Santa. Un cambio de corazón, que eso que realizan, no se quede en unas horas sino que sea permanente para ser una mejor persona”.
“Considero que, si nos hizo falta, durante la pandemia. Yo hago la invitación a que las tradiciones y costumbres nos llevan a un encuentro eucarístico, que es la finalidad y creo mucha gente esperaba que saliéramos. En esta pandemia de alguna manera Dios la permitió, era a lo mejor para que meditáramos, para que hiciéramos una reflexión, un cambio en nosotros, a la mejor no esperar que de los demás si no yo, yo qué estoy haciendo. Nuevamente se nos abren estas puertas estos espacios, tradiciones y costumbre, hago la invitación a la gente a que se acerque más a hacer oración, recordemos que Dios no nos pide sacrificio, nos pide un cambio de corazón y sobre hacer todo oración, finalizó la coordinadora de los Engrillados de Atlixco.