Angelina B. Gradas

Atlixco. Las familias del barrio de San Juan de Dios en esta ciudad retomaron una de las tradiciones que dan identidad a los habitantes de este municipio, se trata de las alfombras de aserrín pintado, las cuales dan color y frescura a la ruta del vía crucis del exconvento de San Francisco.

Desde muy temprano, los vecinos de las calles 9,11 y 13 sur, así como 3 y 5 poniente salieron a darle forma a estos tapetes para lo cual se preparan con días de anticipación con la compra del aserrín, por tradición ellos lo pintan, aunque algunos ya lo compran teñido, debido a que en las carpinterías ya lo venden de esta forma.

En esta actividad, que sirve para la cohesión de la sociedad local, participan familias completas, desde los abuelos hasta los más pequeños integrantes quienes con la ayuda de moldes van creando figuras alusivas a la primavera o al tema religioso, así podemos ver palomas, cruces, flores, cáliz, entre otros.

La tradición de estas ofrendas data de la década de los 50 o 60, aunque en ese entonces eran solamente fragmentos, como pequeños tapetes y se realizaban con flores, como los que se acostumbran aún poner en las puertas de las casas.

Fue con la llegada del padre Salvador Uribe al templo de Santa María de la Asunción Acapetlahuacan y su decisión de que los Engrillados salieran a la calles lo que llevó a vecinos como Vicente Ríos a crear las primeras alfombras monumentales apoyándose en moldes realizados en lámina.

German Huelitl Flores, cronista de la ciudad, compartió con Región Atlixco que en platica con vecinos de este barrio, conoció también la historia de una señora que vivía en las calles de la 11 sur muy cerca de la entrada principal del templo de San Juan de Dios que elaboraba una alfombra de flores.

“Estamos hablando de un poco antes de la década de los 80, en ese entonces el recorrido contemplaba la 11 sur y la calle que conocemos como ‘La Cuchilla’. Pero existió una mujer que, en el atrio del templo, sobre las lajas de piedra volcánica, creó una alfombra de pétalos de rosas con flores de pensamiento”, relató el cronista.

Finalmente indicó que la alfombra es un símbolo de adoración, es una devoción piadosa religiosa, pues las ponen para que al pasar el Cristo, es decir la imagen Jesús y su cruz, para que los pies de Jesús no pisen, simbólicamente, el piso sino la alfombra como una adoración al rey de reyes, Jesucristo”.