Noticias de Atlixco
Huaquechula se prepara para el día de la Santa Cruz
3 DE MAYO DÍA DE LA SANTA CRUZ DE HUAQUECHULA, CELEBRAMOS LOS 216 AÑOS DE SU APARICIÓN CON TEMÁTICA DE COLIBRÍES.
La veneración a la Santa Cruz Aparecida de Huaquechula es una tradición única en el mundo, el 3 de mayo es la fiesta más alegre del año con una procesión conformada por 17 hermandades (más de 2 mil personas tan sólo en la procesión) acompañados de danzas, flores y bandas de viento; la celebración tiene varias etapas por lo que iniciamos con las actividades a las 6 de la mañana y culmina pasado de las 8 de la noche en la explanada municipal.
“A 216 Años de su aparición y 26 años siendo Patrimonio Cultural del Estado, celebraremos con temática de colibríes al haberse aparecido en el Río Huitzilac (del Náhuatl Colibrí) traemos la representación del paraje del río al centro histórico del municipio, donde un colibrí gigante y nuestro Torito Monumental darán especial toque a esta edición 2023 de nuestra fiesta” detalló el Alcalde Raúl Marín Espinoza al reiterar la invitación a esta festividad.
La Cruz de Huaquechula se trata de una pieza tallada en granito basáltico, una piedra muy dura y pesada a la cual le hicieron una incrustación de una reliquia tocada por la verdadera Cruz de Cristo y se tiene la creencia de que esta piedra se vuelve más pesada y no la pueden mover del altar donde está colocada si es que no se hace antes una rogación (sonar las campanas de una manera muy especial).
Parte fundamental de nuestra celebración es el baile de Los Topiles (danzantes que portan el traje representativo de Huaquechula), son quienes danzan al ritmo de la música de banda, con la cabeza de marrano y el guajolote, el mole, los toritos y todo aquello que será ofrecido; chiquigüites adornados con carrizos y flores, en los que llevan tortillas, dulces y mezcal que se reparte a los asistentes.
De manera cronológica el 3 de mayo las 17 hermandades se reúnen en dos momentos del día para realizar la veneración al son de la música de viento, el baile de los topiles y la degustación del mezcal, la bebida tradicional de la región además de la gastronomía propia de este lugar:
A las 7:00 horas, se reúne cada hermandad para cantar las mañanitas a las cruces de cada arista (esquina) y cada mayordomo invita a tomar el desayuno en su domicilio donde los topiles llevan chocolate, atole de cacahuate, champurrado o simplemente de maíz. También bailan chiquigüites adornados con flor de Cacaloxúchitl bailando al compás de la banda, danzan y ofrecen pichones (pan tradicional) tamales y chocolate.
Alrededor de las 10:30 horas los mayordomos y sus hermandades comienzan a congregarse en el templo parroquial esperando al mediodía, ya que a esta hora es el momento de realizar una celebración eucarística, por parte de monseñor Herminio Vázquez Pérez, en honor a la Cruz que apareció en el año de 1807 y que dio origen a nuestra celebración.
A las 12:00 llega el momento más sublime de la celebración al dar inicio a una magna procesión de aproximadamente 2 mil participantes encabezada por la Cruz original secundada por las 17 hermandades, cada una portando sus cruces de madera y por delante el mayordomo portando un popochcomic (sahumerio tradicional de flores); cada hermandad es acompañada por la banda de viento y a su regreso al templo parroquial la pequeña puerta del nicho que protege la Cruz original es abierta para que todos los asistentes puedan tocar directamente la reliquia de la Cruz de Cristo y así una a una de las hermandades se van retirando a cada una de sus esquinas para volver a bailar junto a los topiles y todos los asistentes convirtiéndose en una enorme fiesta en todo Huaquechula.
Para finalizar, nuestra festividad concluye con la tradicional quema de toritos de quema en la plaza principal donde se reúne toda la comunidad para seguir conviviendo por lo cual se realiza un baile popular para lo cual se tiene listo todas las medidas de seguridad y protección civil con el fin de salvaguardar el orden público que, dicho sea de paso, esta celebración generalmente concluye con un saldo blanco gracias a la misma participación de la gente.