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Chinas atlixquenses son inmortalizadas en crochet por artesana local
Angelina B. Gradas
Atlixco. La imagen de la danzante del Atlixcáyotl, la china atlixquense ha quedado inmortalizada a gancho y estambre por "Grisumi", el emprendimiento de Grisel Cerrillo, una artesana local que este mes de junio rifara la emblematica figura, tras crearla desde cero a mano y con mucho amor.
A lo largo de tres años Gris se enfoco en aprender la técnica del crochet y en mayo, en medio de la contingencia generada por el volcán Popocatépetl se animó a hacer la figura que siempre había deseado intentar, pero debido a que no existe un patrón para ella la había pospuesto, además de que los encargos que ya tenía de su clientela no le dejaban tiempo para dedicárselo a lo que llama su mejor creación.
Se trata de una china atlixquense, la icónica mujer danzante de la fiesta del Huey Atlixcáyotl, con su enagua, blusa, paliacate, flores y trenzas, sonriente siempre como las mujeres que danzan en cada una de las tres fiestas que forman este festival que le da identidad a Atlixco.
“La muñeca nadie me la pido, yo decidí a hacerla porque empecé a mal viajar con el tema del volcán, la ansiedad regresó y nervios. Hace 20 días no tenía pedidos de ‘amigrumis’, así que decidí hacer mi muñeca que tanto he querido y por falta de tiempo no había podido, la hice, ya vi que quedo bien y es una creación mía completamente, solo me guie en la forma de la falda, los colores, la canasta”, platicó.
Tardó 15 días en terminarla y una muñeca como esta en el mercado tiene un costo de aproximadamente mil pesos, por lo que ante la posibilidad de no poder venderla decidió emprender una rifa para que alguien que esté enamorado de la identidad de Atlixco y que le parezca una figura de colección pueda tenerla a un muy menor precio, pues cada boleto costó 30 peso y la rifa será transmitida por su página Grisumi el próximo 5 de julio.
“Las artesanías no las quieren comprar al precio, todo lo quieren barato, no se dan cuenta que detrás de esto son muchas horas de estar sentada con la luz, la espalda duele, los dedos duelen, por eso decidí hacer una rifa”, comentó.
La historia de Gris como artesana tejedora comenzó en el 2020, cuando angustiada por el temor del contagio y de la incertidumbre generada por la pandemia por covid19 vio la necesidad de buscar un alivio a la tensión que todo el panorama le provocaba, fue a petición de su esposo Luis que encontró en el tejido a gancho la opción para dejar de pensar en la realidad.
“Esto comenzó en medio de la pandemia, junio o julio de 2020 ya que me afectó muchísimo el encierro, todo lo que venía por la enfermedad, me ponía muy nerviosa. Todo empezó porque mi esposo quería un tiburón tejido, yo le dije que no sabía ni agarrar un gancho, él dijo que viera videos en Youtube y bueno en esas tardes de ocio pues me decidí a ver videos, agarre mi gancho y estambre, así me decidí a empezar”, relató la mujer de aproximadamente 37 años de edad, egresada de la carrera de gastronomía y miembro de una de las familias que, en Atlixco, se han dedicado a la pastelería por décadas.
Detalló que el primer intento fue un fracaso, porque se enfrentó justo en el mostrador de la mercería que no sabía qué gancho, de qué número pedirlo y qué tipo de estambre porque; después de esto no entendía los videos, así que tuvo que buscar tutoriales desde cero; “las primeras figuras fueron un desastres, quería hacer un pajarito y me salía un huevo con chipotes, todo chueco y dije no te des por vencida y vuélvelo a intentar y a intentar, el tiburón fue el primero que salió con figura de tiburón, el primero que me gusto”.
Creando con sus manos figuras en tercera dimensión a base de puntadas de gancho, la pandemia y su angustia fue desvaneciéndose, al principio los encargos venían de su misma familia, quienes observaron que en el tejer se le aliviaba el alma, por lo que le compraban el material y le solicitaban imitar personajes de series animadas, de películas de series de televisión, etcétera.
“Así fueron desapareciendo los episodios de ansiedad, me metía tanto en las figuras podía pasar tres cuatro horas tejiendo y se me olvidaba esa parte, me relajaba y ahora llevo tres años haciendo esto”, compartió.
Nace un negocio: Grisumi
Hasta que un día de nueva cuenta a consejo de su esposo, abrió su página en redes sociales para aceptar encargos de otras personas, ahora no sólo teje para su hija, también para clientes de la ciudad de México y Guanajuato.
Respecto a su hija, considera que el ejemplo que le está dando es uno de los mejores pues está siguiendo sus pasos y de la misma manera aprendió con tutoriales a hacer jabones artesanales y ahora gana un poco de ingresos para sus vacaciones con ellos.
“Ella se siente muy orgullosa de mí, es mi fan número uno, ella de todo quiere uno. Me dice que ella también quiere hacer algo, ahora en vacaciones de Semana Santa, le compramos base para jabón, esencias; después vimos en video como hacer jabones y aprendió a hacerlo artesanalmente, aprendió algo a final de cuentas. Se desvelaba, sabe que con empeño y dedicación sí se puede, además sacó un poco de dinero en vacaciones para comprarse cualquier cosa”, reseñó Gris.
Finalmente, la creadora de Grisumi, dejó un mensaje para todas aquellas mujeres y también hombres que quieran emprender y es que en las redes encuentran todos los tutoriales que ni imaginan y que, si tiene alguna habilidad que la exploten que le echen ganas que no se dejen vencer por los comentarios y poco a poco van ir perfeccionado.
“A través de la red puedes avanzar, adquirir conocimiento. Sobre todo, yo me veo como mamá, yo no puedo salir a trabajar, hago mis labores del hogar, atiendo mi turno en el otro negocio. Y un día descubrí qué me gusta hacer, para qué soy buena, yo soy de manualidades. Que la gente busque algo que les llene, que les guste y si no lo saben hacer que lo intenten, hay muchísimo material en youtube, que tengan paciencia no sale a la primera, yo no podía ni agarrar un gancho fui a comprarlo y mi estambre y me dicen ¿de qué número? y yo no sé, uno que sirva para este estambre, empezó de cero. Mi familia se sorprende, al verme tejer no se den por vencidos, a la mejor no va a ser a la primera semana, al primer mes, si lo hacen con amor y dedicación si se puede”, finalizó Grisel.