Noticias de Atlixco
El agua de Atlixco y estrés hídrico
Angelina B. Gradas
Atlixco. El nombre de Atlixco, agua sobre el Valle, corre el riesgo de no ser más un reflejo de la realidad y quedarse en el membrete para la posteridad. Actualmente no existe un desabasto de agua; sin embargo, la autoridad local en la materia reconoce ya un estrés hídrico en las fuentes de abastecimiento debido al crecimiento urbano descontrolado que se dio durante las últimas décadas en el municipio.
El director del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Atlixco (Soapama), Luis Enrique Vargas, señaló en entrevista con este medio de comunicación que en Atlixco hay agua: “El problema fue la omisión de las anteriores administraciones, tanto en la desatención de los pozos, el mantener parados algunos y la sobre explotación de otros”, señaló el funcionario.
Por todo este mal manejo que se suma al desarrollo urbano sin orden, abastecer de agua a todos los atlixquenses las 24 horas del día es una labor titánica que requiere de inversión en equipo técnico que se utilizan en los pozos, pero no imposible.
La sobre explotación además provoca que el espejo de agua sea inconstante en pozos como el de Cristo Chico que es uno de los que lleva agua a un gran número de colonias en la ciudad. En otros casos como del fraccionamiento Fovissste que estuvo parado por 9 años ocasionan la percepción de escasez de agua en el municipio.
Es importante no desbalancear la extracción del líquido para evitar en un futuro cercano, no solo la escasez si no la aparición de hundimientos en el terreno del municipio, principalmente en la zona alta donde se generan los yacimientos de agua.
Ante ello el Soapama se enfoca en dos estrategias: la primera de ellas es la reforestación de la zona alta de la región, en las faldas del volcán Popocatépetl, para garantizar que la fábrica del agua continúe existiendo, ya que es donde se recargan las fuentes subterráneas que abastecen de líquido no solo a Atlixco si no a varios municipios del valle. Desde hace décadas esta labor es una constante por parte del organismo en coordinación con dependencias estatales, federales y ejidatarios.
La segunda estrategia es el continuo mantenimiento de los pozos, así como recuperar algunos que se tuvieron parados durante años por otros gobiernos y la tecnificación de estos lugares para mantener una vigilancia constante Atlixco se abastece de agua gracias a 25 pozos solamente.
Atlixco, agua sobre el valle
Cómo consta en el Atlas de riesgos del municipio de Atlixco, el documento oficial más reciente, realizado por la administración de José Luis Galeazzi Berra, que contempla la producción del agua en toda la región y que se encuentra en la página de transparencia, el agua subterránea y su flujo: “tiende a seguir la pendiente del valle. La evolución del nivel estático muestra abatimientos en la parte central del valle, hasta de –4 m y recuperaciones en la parte noroeste de la zona de Atlixco y a lo largo del valle de San Juan Epatlán que llegan a ser de +2 a +4 m, respectivamente, estas últimas corresponden claramente a áreas cercanas a zonas de recarga (CNA, 2002). De acuerdo con el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado la vulnerabilidad del acuífero Atlixco-Izúcar de Matamoros era moderada”
Este mismo documento establece que desde el 2010 la extracción total anual de aguas subterráneas y superficiales en el Valle Atlixco-Izúcar de Matamoros fue de 129.1 metros cúbicos. En específico para este municipio fueron las mediciones fueron las siguientes: “El agua extraída y superficial en el caso del municipio de Atlixco fue de 81.2 metros cúbicos, se emplea principalmente en la agricultura, 77.22 por ciento. En segundo lugar, están el uso público industrial con 15.60 por ciento, finalmente el uso público urbano con 7.1 por ciento”.
Con base en lo anterior, Atlixco es el que más agua requiere y usa en el valle, para la extracción de agua del acuífero, esto se efectuaba mediante un total de 727 aprovechamientos, 583 agrícolas, 60 de uso público-urbano, 8 industriales y 76 de uso doméstico-agrícola. Es preciso señalar que aunque estos número datan de hace 13 años, es el registro más reciente al respecto acumulado en el Atlas municipal de riesgo del 2016.
Actualmente de los 60 aprovechamientos de uso público urbano que se marcan en el documento se tienen funcionando solo 25 de ellos para abastecer a una entidad con 150 mil habitantes registrados como nacidos en Atlixco.
Riesgo de hundimientos por extracción
En el Atlas municipal de riesgos también se establece el riesgo de hundimiento por extracción de agua del subsuelo, es preciso señalar que este documento elaborado en el 2016 señala que para ese entonces la extracción se mantenía en condiciones aceptables y no se habían reportado hundimientos.
“Aún no se ha desbalanceado la recarga natural de acuíferos y la extracción de este líquido, por lo que el comportamiento del subsuelo es aceptable. Sin embargo, como ocurre en todas las regiones y ciudades donde se ha documentado el fenómeno de hundimiento del terreno, asociado a la extracción intensiva del agua subterránea, la presión natural debida al crecimiento de la población jugará un papel fundamental para la aparición de los primeros casos, lo cual incrementará en los próximos años”, advierte el texto.
Y establece que: “las principales zonas donde se espera que suceda el fenómeno, son aquellas donde existen depósitos de suelos volcanosedimentarios, que corresponden las zonas planas del municipio, especialmente en las zonas aledañas a la cabecera municipal, donde abundan este tipo de materiales. Los primeros sitios donde se presentará el fenómeno corresponderán a las zonas cercanas a los pozos de bombeo, extendiéndose gradualmente a zonas limítrofes y eventualmente a zonas amplias del municipio, lo cual dependerá de la distribución de los depósitos aluviales, la forma del basamento y la distribución de los pozos de agua”.
Pero para que ocurra, es porque se rompió el equilibrio entre la recarga y la extracción, lo cual, seguramente tomará algunos años o decenas de años, dependiendo de la tasa de crecimiento de la población.
La fábrica del agua y la reforestación
Para evitar el posible escenario planteado en el Atlas Municipal de Riesgos, el sistema operador lleva décadas reforestando la parte alta del valle de Atlixco, en las zona boscosa de las faldas del volcán Popocatépetl, involucrando a ejidatarios de municipios como Atlixco y San Juan Tianguismanalco para que sean los protectores de esta fuente de recarga del vital líquido.
Desde el 2013 y hasta el 2017 el organismo había logrado reforestar 40 hectáreas en la zona del Ixta-Popo, 25 en el ejido de San Baltazar Atlimeyaya y 15 en el de San Pedro Atlixco, lamentablemente un incendio ocurrido entre marzo y abril del 2017 acabó con los árboles de Atlimeyaya, por lo que se tuvo que empezar desde cero una vez más.
En esta titánica labor el Soapama ha estado acompañado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y de dependencias Estatales y Federales involucradas con el cuidado del medio ambiente y del desarrollo sustentable.
En lo que va de esta administración el Soapama da continuidad al cuidado de la fábrica del agua por lo que en el 2022 se recibió la donación de 6 mil arbolitos por parte de la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT), además de la donación de viveristas de Cabrera, dotación por concepto de factibilidad y adquisición por parte del SOAPAMA, sumando en total: 7 mil 457 arbolitos.
La planta se distribuyó en las microcuencas la Leona, Cantarranas y Cuexcomate, de la siguiente forma:
El 14 de julio del 2022, Soapama se organizó con ejidatarios, SMADSOT, CEASPUE, CONAGUA, los Ayuntamiento de Atlixco y San Juan Tianguismanalco, para plantar un total de 2 mil 500 árboles en la microcuenca la Leona.
Posteriormente, el 17 de agosto del 2022, el mismo grupo plantó mil más en la microcuenca Cantarranas. En el Cuexcomate la cita fue el 9 de septiembre del 2022 dejando en tierra 2 mil árboles.
Además de que también, en el tema de la concientización, se han entregado 533 árboles a 24 planteles educativos y otras mil 424 plantas se colocaron en 22 espacios públicos y áreas verdes en diversas partes del municipio.