Angelina B. Gradas

03/31/2024    10:39:19 PM 

 

Atlixco. Mujeres, niños y hombres se encadenan, se espinan y caminan bajo el sol del Viernes Santo, esto a más de 200 años de que se tiene registro de la existencia de las procesiones de engrillados en la región de Atlixco. 

 

En este tema, sin duda alguna los de Atlixco, específicamente de San Francisco, son los más reconocidos a nivel nacional y mundial, sin embargo todo parece indicar que fue en Huaquechula hace 200 años donde surgió esta actividad que emula el sacrificio, sin llegar a la crucifixión,  que Jesús hizo para el perdón de los pecados de la humanidad.

 

 

Las voces antiguas en el municipio de Huaquechula indican que una de las manifestaciones de la mezcla de la cultura indigena con el proces de evangelización es precisamente los engrillados, ya que en España existen actividades religiosas donde los participantes suelen flagelarse para el perdón de sus pecados y también hace procesiones. 

 

Cabe recordar que antes de la existencia de Atlixco, el primer asentamiento humano en esta región fue en Huaquecholan, hoy Huaquechula, donde comenzó a edificarse hace 500 años el ex convento franciscano con el atrio más grande de la región, las dimensiones del mismo corresponden directamente a la cantidad de gente que cabía en él para evangelizarlos. 

 

 

Esta idea cobra más fuerza  tomando en cuenta las formas en que los españoles introdujeron sus creencias adaptándolas a la idiosincrasia de los habitantes de ese entonces y mezclando los rituales prehispánicos con los católicos. 

 

Atlixco

 

Fue 90 años después de la existencia en Huaquechula, se tiene registro del primer engrillado en Atlixco, un hombre de nombre José Muñoz, apodado "la Becerra", de oficio panadero que vivía en la calle que hoy lleva por nombre 16 de septiembre ofreció este sacrificio a cambio de no padecer más las luchas nocturnas con el maligno. 

 

La leyenda cuenta que el hombre hizo un ritual para conquistar a la mujer de sus sueños, parte de ese ritual era extraer del cementerio un dedo, de un cadáver, él lo hizo pero después de eso decía que luchaba por las noches con el demonio, que lo arrastraba y lo golpeaba. 

 

De esta forma buscó unas cadenas, ahuazilez en el cerro y varas de espinas para engrillarse, fue hace 109 años cuando el hombre hizo el primer recorrido dentro del atrio del ex convento franciscano en Atlixco, fue un Viernes Santo y de ahí nace esta tradición que año con año atrae a turistas y locales, convirtiéndose cada vez más en un producto turístico y no en un acto de fe, devoción y sacrificio para los observadores. 

 

 

Ya que desde entonces 1910, aproximadamente, año con año esta procesión ha ido creciendo llegando a contar hasta con 100 participantes en algún momento de esta historia, sin embargo la pérdida de seguidores de la religión católica también ha afectado este evento, ya que este 2024 solo fueron 32 hombres que se engrillaron. 

 

Fue gracias a la familia Garces, comandada por don Jaime quien ya falleció y que en su momento fue uno de los engrillados de San Francisco es que este acto de fe sobrevive a nuestros días, pues son sus hijos; mujeres y hombres, quienes están dando continuidad. Ellas en la organización y ellos en algún momento también como encadenados, aunque actualmente apoyan en la logística del evento.

 

Para Alicia Garces, integrante del comité organizador, este acto de fe no se puede igualar al realizado por Jesucristo, quien se sacrifico por la humanidad para el perdón de los pecados, sin embargo muestra de la devoción que los participantes tienen para agradecer las bendiciones recibidas durante el año y solicitar la protección para el venidero. 

 

Es preciso señalar que los participantes provienen no solo del municipio sino de otras partes del Estado, del país y algunos son atlixquenses radicados en Estados Unidos que regresan específicamente para participar en esto. La mayoría se engrilla por tres años en promedio como una manda, sin embargo hay quienes llevan más de 10 años realizando esta ofrenda. 

 

La multiplicación del sacrificio

 

Fue hace 50 años cuando esta manifestación de la fe comenzó a multiplicarse, el primer lugar a donde se trasladó fue a la junta auxiliar de Metepec, se reprodujo la forma y el fondo de este sacrificio, con diferente escenario, pero la misma devoción. 

 

Posteriormente hace 40 años, los hermanos Alarcón, quienes fueron participantes en San Francisco la llevaron a la zona norte de la mancha urbana, creando un grupo aparte que además se caracteriza porque fue el primero en permitir la participación de mujeres engrilladas, ellas han recorrido siete colonias  desde hace 30 años, llevando espinas en las extremidades y cadenas, hasta hace unos años, antes del cambio, climático lo hacían totalmente descalzas. 

 

Y finalmente la procesión de la colonia Álvaro Obregón, al sur-poniente de la ciudad, en donde fue hace 30 años que surgió este grupo que ya también permite la participación del género femenino. 

 

De igual manera se realiza en la junta auxiliar de Metepec, en donde en este 2024 se engrilló un menor de edad, quien recorrió junto con mujeres y hombre, el tortuoso camino de la purificación a través de esta ofrenda.