Ángel Ríos

Atlixco. La llegada desde 1996 de las grandes cadenas de farmacias minó las boticas locales al grado de que de 56 establecimientos que existían en 1994 hoy solo quedan cuatro, luchando a contra corriente por mantenerse en el mercado.

Fueron solo dos décadas durante las cuales las familias de Atlixco que se dedicaban a la venta de fármacos dejaron ese negocio debido a lo poco redituable que se volvió, los medicamentos caros y la aparición de los similares.

Esto sumado a la competencia desleal de las franquicias y de la evolución del propio sector, admitió Paolo López Hidalgo, representante de uno de los negocios más antiguos de ese ramo de la ciudad.

Desde la perspectiva del entrevistado, una condición especial de este panorama es precisamente el siguiente hecho: “La medicina tradicional sigue perdiendo terreno, es decir, ya no elaboran los dueños de los negocios los remedios”.

El libre mercado permitido por las autoridades locales, sostuvo, rompió con un esquema aparentemente consolidado. “En los noventas quedó constituido incluso una asociación, pero junto con los negocios terminó su ciclo”, explicó.

Hoy proliferan en la ciudad marcas de genéricos los cuales por un precio de 50 pesos reciben consulta médica y algo de medicina. La botica de la familia López Hidalgo fue fundada hace 85 años y hasta la fecha sigue vigente.

Cabe recordar en este municipio el 85 por ciento de los habitantes no cuenta con protección de un seguro social, es decir, IMSS o ISSSTE.