Vuelve la fe a Atlixco
Angelina Gradas
Foto: Angelina Gradas
Atlixco. Y aunque la pandemia no suspendió del todo celebraciones eucarísticas como la del día dos de febrero, día de la Candelaria en el 2021 esta fiesta religiosa se vio severamente disminuida, por ello este 2022 vuelve con más fuerza y el peregrinar de las figurillas en forma de bebés ha sido una constante en las calles aledañas al mercado Benito Juárez.
En la calle 3 sur se instalaron nuevamente medio centenar de puestos con ropones, trajes, tejidos, sillitas, fuentes para los niños Dios, la banqueta derecha de la calle se convierte en el pabellón dedicado a esta temporada. De la estructura de metal cuelgan cientos de paquetes con trajes que van desde los 300 hasta los 80 pesos, dependiendo el tamaño y el tipo de tela o tejido con el que está confeccionado el traje para el bebé santo.
Resanado y pintura
Primero hay que revisar al niño, si tiene algún dedito roto, pestaña caída o peor esta quebrado de alguna de las extremidades, se debe llevar a reparar. En Atlixco hay varios que dan este servicio, pero Isaac Méndez tiene ya 11 años reparando figuras en Atlixco.
Este año colocó su taller semifijo de reparación, este año empezó la labor el 25 de enero y se retirará el 6 de febrero dando oportunidad a todos aquellos despistados que se les haga tarde con el día de la entrega de niños Dios.
Trabaja de ocho de la mañana a ocho de la noche con la ayuda de su hijo y su hermano diariamente repara entre 30 a 40 niños, asegura que lo más difícil es igual el color de la piel de cada uno de ellos.
Esto lo logra gracias a los 24 que lleva en el oficio de elaborar nacimientos, él no es de Atlixco, pero cada año no falta a la cita, solo en el 2021 por las condiciones de la contingencia sanitaria no le dieron permiso ponerse en la vía pública.
“Lo más común para reparar son los dedos y las pestañas, aunque al final muchos acaban por pedir un pintado general de la figura, para que quede más bonito. Esto es de paciencia para un dedito me llevo entre 30 y 40 minutos, igualar el tono unos 10 o 15 minutos”, comentó. El costo por ejemplo por un dedo es de 80 a 90 pesos, una pestaña sin en cambio va de los 90 a los 100 y pintado general de 100 hasta por 200 pesos.
También reconoció que la gente ha vuelto a tener fe; “Creo que el covid les devolvió la fe a muchos, yo les pido también que crean tengan fe, que Dios no nos va a dejar, él es grande.”
Finalmente dio dos recomendaciones, la primera fue tener cuidado con la gente que nada más ‘brochea’: “no sabe del oficio y se les olvida que están benditos” y la segunda, que cuiden a sus bebés; “En teoría no se deben guardar si ya los vistieron, deben estar todo el año sentados en un altar, pero si los tienen que retirar y guardar que los envuelven en periódico”.
Vestido
Nunca antes el angosto espacio había sido un problema, pero en esta ocasión rompe totalmente con el protocolo de la sana distancia, por ello los vendedores se rocían de vez en vez sanitizante, más si alguno de los clientes tose o estornuda. El uso del cubrebocas es obligatorio para ellos sin excusa ni pretexto, pese al calor que se pueda sentir en el área por la cantidad de gente que transita buscando el mejor ropón para su niño.
Las mamás y madrinas, escogen la ropa bajo tres premisas: la que les gusta, la que le toca este año y para las que les alcanza; después de esto tienen que esperar al menos 20 minutos a que se lo vistan, para que entonces el 2 de febrero la madrina lo lleve a escuchar misa y más tarde lo entregue a la comadre y entonces puedan degustar la tradicionales enchiladas.
Y aunque vestir a los niños Dios, cada año es más caro y peor en la pandemia, es una de las tradiciones religiosas que tienen mayor arraigo principalmente en la gente proveniente de la zona rural de la región de Atlixco.
En total las familias gastan en promedio mil pesos; “tiene un valor religioso y no monetario”, en esto, una familia gasta en promedio mil pesos. Aquí es preciso mencionar la importancia de los migrantes, pues es a través de ellos que se costea la tradición.