Por Ma. Del Rosario Zapata Cabrera.

Mtra. En Ciencias de la Familia

La forma de establecer hábitos en el seno familiar toma especial importancia en ésta época caracterizada por la incertidumbre, cambios forzados en el estilo de vida,
distanciamiento social y exceso en el uso de dispositivos.

Si deseas que tu familia sea un factor de protección para los que más quieres, vale la pena que empieces a tomar en serio los hábitos familiares empezando por los
relacionados con el orden y la limpieza. Para esto deberás considerar que:

* Siempre encontrarás resistencia al cambio por parte de algún miembro de la familia; es normal, pero recuerda que entre más tardes en iniciar, más difícil
será lograrlo.
* Si eres de los papás que necesitan grita y/o pegar para hacerse obedecer, significa que estás perdiendo autoridad; deberás actuar con firmeza sin caer en
la tiranía, y a la vez con benevolencia si caer en el permisivismo. Empieza por revisar la manera en que expresas tu enojo.

*“Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”: deberás ser la primera persona en comenzar; cuando los demás vean los beneficios de los cambios que
has logrado será más fácil convencerlos.
* Delegar y comprometer a cada miembro de la familia, desde lo que cada uno pueda hacer (considerando edad y condiciones), fortalecerá en cada uno el
sentido de pertenencia y el cuidado mutuo.

* Trabajar dos hábitos a la vez hará más fácil su cumplimiento.

* Los expertos en crianza positiva coinciden en que un hábito queda establecido más o menos en 20 días si eres constante y tienes claro el hábito a establecer.

* Deberás tener paciencia, contigo mismo y con los demás.
* Reconocer y agradecer el mínimo esfuerzo que veas en el otro le permitirá ver de lo que es capaz, animándose a repetirlo.

* Evitar premios materiales permite a la persona darse cuenta de las ventajas que en sí mismo encierra el hábito realizado.
* Educar desde el amor, es poner en primer lugar en bien del otro, aunque implique más tiempo o esfuerzo para ti.

Aunque los hijos suelen reclamar por tener que hacer cosas que no quieren, recuerda que los hábitos les proporcionan seguridad, fortalecen su autoestima, evitan el
desarrollo de conductas imprudentes o antisociales que pueden desembocar en violencia, y les permite desarrollar habilidades de afrontamiento ante los problemas
que la vida les presente.

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