Huaquechula festejó la santa cruz
Alma Sánchez.
Huaquechula. Como cada año los huaquechulenses conmemoraron la aparición de la Santa Cruz en este municipio, una tradición milenaria que en este 2018 cumplió 200 años de historia, porque ni epidemias ni los sismos han logrado suspenderla.
La fiesta de la Santa Cruz, nade en le época prehispánica que comenzaba en mayo, por ello los antiguos habitantes de esta parte del hoy Estado de Puebla, ofrecían a sus dioses las semillas que sembrarían para que las cosechas fueran abundantes.
Con la llegada de los evangelizadores, esta actividad se fundió con las de la religión católica dando paso a la celebración como hoy se conoce, también gracias a la aparición de la Santa Cruz de piedra que cada tres de mayo es paseada por toda la cabecera municipal para vender esta tierra.
Cada año la celebración inicia a las seis de la mañana con las mañanita y a lo largo del todo el día existen diferentes actividades que culminan con la quema de los toritos, todo esto gracias a la participación y apoyo de 34 mayordomías.
En 1997 esta celebración fue declarada Patrimonio Cultural de Puebla, pese a ello son las autoridades locales junto con los habitantes y los migrantes quienes aportan la mayor cantidad de recursos para mantener viva esta tradición.
Edwin Mora Caballero, alcalde de Huaquechula comentó que en la celebración participaron bandas de música que llevaron mañanitas a las cruces que se ubican en el primer cuadro de este lugar, posterior a esto se celebraron misas y los mayordomos invitaron el desayuno para salir a recorrer la cabecera municipal.
Para las 12 del día tras el recorrido lleno de danzas, música, incienso y en este 2018 sin pirotecnia en un espacio adjunto a la parroquia del lugar, porque esta se encuentra dañada por el sismo, se realizó la celebración eucarística para que los habitantes católicos al final besen la cruz de piedra y se despidan de ella.
Finalmente por la noche la fiesta se ilumino con la quema de toritos en el centro de Huaquechula, para cerrar con broche de oro esta fiesta milenaria que une a los habitantes de este lugar por encima de filiaciones religiosas y partidistas.