Por. Angelina Bueno

Fotos: Beatriz Zafra/ Agatlixc/ Angelina Bueno 

Atlixco. Por fin este municipio ya tiene fecha para conmemorar al “oro verde”, el aguacate fuerte. Será cada 20 de agosto, el día municipal del aguacate, esto tras ser aprobada la propuesta en la sesión ordinaria de cabildo número 33, efectuada este 14 de julio del 2021. La propuesta puesta en la mesa por la comisión de agricultura del órgano colegiado tuvo una aprobación unánime.

Esta designación oficial en el calendario se suma al movimiento que diversas células atlixquenses están realizando en el aspecto gastronómico, comercial, artesanal, cultural y productivo, un trabajo de años, en algunos casos una década.

La plaga acabó con el aguacate oriundo

En el siglo pasado la región de Atlixco se caracterizó por contar con extensas huertas de aguacate, municipios como Huaquechula, Tochimilco y Atlixco eran los que generaban mayores cantidades de este fruto en dos variedades: el criollo y el fuerte.

Fue una plaga la que terminó con los árboles en las huertas y la llegada del aguacate Hass, proveniente de Michoacán hizo que el mercado local, nacional y extranjero dejará en el olvido el auténtico aguacate del valle de Atlixco.

2008, el año en que regresó a casa el aguacate.

Fue durante el gobierno del entonces priista Eleazar Pérez Sánchez que se apostó por la recuperación de la producción de aguacate, pero con la variante Hass, fueron precisamente los Michoacanos quienes capacitaron y vendieron la planta para la región de Atlixco, de esta forma desde hace 13 años se plantaron 10 mil hectáreas en toda la región con el apoyo del gobierno del estado.

Actualmente en Atlixco únicamente se calculan entre 250 y 500 hectáreas. Los productores se han enfrentado al robo hormiga, la falta de mercado para colocar el producto, a la falta de tecnificación para darle un plus, ya que muchos de los compradores a nivel nacional e internacional se los pide lavado, empacado adecuadamente para  poder trasladarlo a otros países.

Fue por ello que en el gobierno de Jose Luis Galeazzi, es decir el cuatrienio pasado, recibieron en donación una parte del predio en Santa Rita, cerca de la plazuela del productor, para instalar ahí su empacadora, pero hasta la fecha no se ha convertido en una realidad, debido a que el Ayuntamiento actual, el de Guillermo Velázquez, intentó retirarles parte del predio.

Sumado a esto está la limitante de que sólo productores atlixquense podrían hacer uso de esa planta y predio, pese a que la asociación está conformada por campesinos de toda la región que comprende al menos cinco municipios donde ya hay árboles de este fruto.

El aguacate fuerte de Atlixco

En tanto el Hass se convertía en la estrella, los productores atlixquenses apostaron por el verdadero rescate y empezaron a sembrar, cuidar y a producir el llamado “aguacate fuerte” que es el realmente nativo de este municipio.

Una fuerte impulsora de dar a conocer la historia y el proceso de reivindicación de esta variante del fruto es Beatriz Zafra, del colectivo Macuil, sinergia comunitaria, quien en conjunto con dueños de huertas, artistas, cheff, heladeros y artesanos, están haciendo llegar toda la información, a través del recorrido "La ruta del aguacate".

Los datos históricos al respecto en diversas ocasiones Bety Zafra los ha compartido: “La pua número 15 fue llevada a California por Carl Schmit en el año 1911, sin existir datos sobre la fecha exacta que fue extraída del “Aguacate Padre”, tanto en los anuarios de la California Avocado Society, ya que esta se creó hasta 1915, así como en la búsqueda en la biblioteca “Biodiversity library” y en archivos locales”.

Ester relato de la atlixquense señala que se cuenta con los datos de las fechas en que las comitivas de la California Avocado Society visitó Atlixco, siendo dos las más representativas, la primera cuando se colocó la placa en agradecimiento el 17 de abril de 1938 en la casa de la familia LeBlanc y el 17 de abril de 1948 cuando realizaron la siembra del aguacate hijo y colocaran la segunda placa conmemorativa en el zócalo de nuestra ciudad.

Zafra, relata que En los años 60’s , específicamente en 1967, en Atlixco se inicia con la “Feria Regional del Aguacate” por las gestiones del señor Julián Torres Pineda, esta se llevaba a cabo en diferentes meses, la primera se realizó en el mes de septiembre, cambiando después a noviembre y en 1969 realizándose en el mes de diciembre para terminar en enero de 1970, dado que era una Feria Agro-Industrial, Ganadera, Comercial, Artesanal y Turística, donde se buscaba la participación de los productores que comercializan su producto.

 “Se puede mencionar que a mediados de los 60´s y en la década de los 70´s se realizaban las fiestas de inicio de cosecha en el mes de julio, donde en las huertas y ranchos productores de aguacates invitaban a los trabajadores, a sus familias, vecinos y amigos a festejar la abundancia de este fruto, por mencionar el Rancho el Tepeyac, Hacienda el Cristo, entre otros.

Sin embargo, ninguna de estas fechas nos da como inicio de la cosecha del aguacate fuerte, los datos encontrados en diferentes fuentes documentales indican que el grado de madurez de este fruto para realizar la recolección, es difícil de determinar por diferentes puntos como la diversidad de variedades”.

Es preciso señalar que en Atlixco se cuenta con tres variedades principalmente que son HASS, Fuerte y Criollo, también se depende de los ambientes creados por las altitudes del suelo, en el municipio vamos desde los 1 mil 35 metros sobre el nivel del mar hasta los 2 mil 340.

 “ Otro factor son las variaciones en la duración de período de floración a cosecha que se puede ver influenciado por el clima y temperatura, y el más importante por las diferencias en el contenido de porcentaje de aceites y de materia seca, los cuales se calculan con diferentes métodos, siendo la observación el más utilizado por los productores locales, que buscan que tenga más de un 24 por ciento de materia seca. De acuerdo a lo que se menciona en el Manual de Cultivo del Aguacate ‘Las variedades de bajura empiezan a producir entre abril y agosto, las de alturas medias entre junio y septiembre y las de altura entre septiembre a abril’”, explicó.

Finalmente agradeció la determinación del Cabildo de Atlixco por determinar el 20 de agosto como el día del “Aguacate Fuerte”, porque sirve para impulsar y reflexionar sobre temas relevantes de importancia como el desarrollo social, político, económico, histórico y cultural de la humanidad o de la comunidad, “todo esto gracias a todos los productores de aguacate que hacen posible el que permanezca el aguacate fuerte entre nuestros productos,  ellos hay que felicitarlos”, apuntó.

Fuerte, criollo y hass

Las tres variantes que se comercializan y consumen en Atlixco son fácilmente diferenciables pero igualmente deliciosas. Los productores de este fruto explicaron que el criollo, de cáscara delgada y negra, que facilita comerlo con todo y su empaque natural es producto de la huertas de traspatio principalmente, tiene un hueso grande, poca pulpa. Lo comercializan las ‘Marías’ en ‘montoncitos’ en el tianguis regional, es mucho más barato.

El hass, por su cáscara gruesa, es el preferido por las grandes empresas de autoservicio, ya que precisamente la protección que le genera el grosor del cobertura externa permite que aguante más tiempo en los anaqueles antes de iniciar su oxidación, en cuanto a la pulpa y el hueso comparten casi perfectamente el interior de este fruto.

Finalmente el fuerte, de mayor tamaño, piel delgada verde, precisamente por esto es que no se logra una buena comercialización ya que la oxidación de la cáscara y su contenido es a mayor velocidad y en los anaqueles de los supermercados no aguanta para la venta, aunque tiene de ventaja que en la mayoría de los casos más pulpa que hueso.  La pulpa tiene la consistencia de la mantequilla en su punto ideal de consumo.

El aguacate enraizándose en Atlixco.

Y mientras la historia de aguacate fuerte se reconstruye, los habitantes del pueblo mágico,  tejen un hilo fino para unir todas las partes de este rescate; por un lado el helado de aguacate, por otro la paleta, por el otro el agua, más allá la ruta del aguacate, por aca la obra teatral donde se relata todo el proceso y se adorna con piezas de bisutería artesanal realizadas con el hueso de este fruto.

Por su parte los estudiantes en las aulas del Instituto Tecnológico Superior de Atlixco (ITSA) desarrollan el shampoo, el jabón, la crema y envasan el guacamole. Los chefs locales y tradicionales lo mezclan con chapulines, lo añaden en sus creaciones, usan el hass, el criollo y el fuerte. Y las cecineras no dejan de ponerlo en la guarnición para deleitar a los turistas que se hacen un taco de cecina, queso, nopales y aguacate. Y allá en las huertas, en las faldas del volcán cortan los criollos para venderlos al tianguis, esa variedad que se come con todo y cáscara.